En 2001 pude visitar y conocer mínimamente la ciudad de HONG KONG en un viaje de negocios con los propietarios de la empresa donde trabajaba. Fueron 5 días que se hicieron cortos para poder conocer con profundidad suficiente esta impresionante ciudad asiática.
En 1999 los ingleses devolvieron a China la colonia de HK, una ciudad autónoma fronteriza con China en la que el sistema político y económico era occidental y el libre comercio y la competencia eran la base. Desde el mismo momento del traspaso de poderes el gobierno chino aceptó y «respetó» este estatus diferenciado y mantuvieron la ciudad como ciudad autónoma (que no independiente), de hecho los ciudadanos de HK tienen doble pasaporte (de HK y el chino ). HK mantiene el su propio gobierno auntónomo y su moneda que es el HKD (Hong Kong Dólar).
HK siempre ha sido y es actualmente una ciudad eminentemente comercial, puerta de occidente en el mercado asiático durante muchos años y unos de los puertos comerciales más importantes del mundo. Se trata de un centro financiero internacional de primer orden y se la ha considerado durante mucho tiempo la Manhattan asiática, hoy en día, pero, tiene que competir con otras ciudades como Beijing, Shangai, Singapore, …
En la actualidad los chinos han aplicado el sistema de HK (un país, dos sistemas) casi en todo el país entero, un caso similar lo podemos encontrar en Vietnam: son países con régimen político-social comunista que tienen abiertamente una economía de mercado y de libre competencia, eso sí con fuertes controles administrativos por parte del gobierno y de los órganos del Partido Comunista.
En el año 2001 cuando yo la visité, la frontera física entre HK y China tradicional marcaba claramente una división y un cambio a todos los niveles, se pasaba de una ciudad moderna, cosmopolita, abierta, occidental a otra (Shenzen) sucia, descuidada, obsoleta pero en la que ya se intuia hacia dónde iba y cómo se desarrollaría en el futuro más inmediato. Shenzen en los últimos 10 años había pasado de ser un pueblo de pescadores de cerca de 25.000 habitantes a una ciudad industrial de 4,5 millones. En la actualidad es una ciudad de 10,5 millones y una de las más industrializadas de todo China.
Las empresas de HK mantuvieron las oficinas comerciales y centros de poder en la ciudad, pero fueron localizando los centros de producción, distribución y fábricas en Shenzen ya que el gobierno en la década de los años 80 la declaró Zona Económica Especial, esto en la práctica significaba no pagar impuestos, precios del suelo muy bajos y poder disponer de mucha mano de obra muy barata. Estos factores hicieron crecer la ciudad de manera casi descontrolada y abusiva siendo un caso único en el mundo en cuanto a crecimiento rápido, hoy en día Shenzen tiene la densidad de población más grande de China con mas de 5.600 hab / km2.
HK es una ciudad donde se produce diariamente una lucha para ganar y aprovechar el espacio, familias de mas de diez miembros viven en bloques de pisos gigantes en viviendas que no pasan de 50m2, se trata de una ciudad que puede crecer gracias a ganar terrenos al mar sobre los que se construyen carreteras, viviendas, centros comerciales, etc. Es una ciudad donde los autobuses son estrechos y de dos pisos, donde el aeropuerto se ha construido sobre una isla artificial de 6 kms de largo por dos de ancho. HK es más que una ciudad en una isla pues tiene barrios periféricos en el continente como el de Kowloon y los ferrys que las conectan no paran de llevar gente a ambos lados durante toda el día. Una de las fotografías de la ciudad y de su Skyline es sin duda desde el ferry que te lleva a Kowloon. En el frente marítimo destaca en medio de rascacielos el centro de exposiciones y convenciones que fue construido por los ingleses en conmemoración de los 100 años de la colonia y con motivo de su regreso en China en 1999.
Una experiencia única que siempre recordaré.