Andreu Ródenas. Febrer de 2012
El dia empieza gris y tapado pero no llueve como la tarde-noche anterior, por estos lares cuando el sol no hace acto de presencia el aire fresco se deja notar y estamos en un lugar bastante ventoso (el estrecho de Cook une el mar de Tasmania con el oceano Pacífico) aunque la bahia siempre queda algo más resguardada. Bien puntuales ( a las 7.15 am) llegamos para hacer el checking en la terminal de ferries de Interislander, ya habia bastantes vehiculos (sobretodo motorhomes y algunos camiones) por allí y nos colocamos en la cola que nos indicaron…y a esperar; sinó recuerdo mal a las 8.00 subiamos a bordo y fuimos de los últimos en entrar y aparcar. Casi no habiamos cerrado la autocaravana que el barco ya zarpaba, teniamos tres horas por delante para descansar antes de descender en Picton ya en la Isla Sur. En la misma bahia de Wellington un grupo de 20 o 30 delfines se nos apareció por babor, al fondo teniamos la ciudad salpicada de casas en las laderas de las colinas que la rodean, sin salir el sol el dia parecia tranquilo y no daba la impresión que fuera a llover así que aunque con frio nos quedamos practicamente todo el trayecto en la cubierta exterior. Estos barcos estan muy bien equipados y son muy comodos y como el mar no estaba agitado el viaje fue tranquilo y los mareos no hicieron acto de presencia.
Entrada a los Malborough Sounds
El tiempo cambió un poco a medida que nos fuimos adentrando en los Malborough Sound pero las vistas ya entrando en los fiordos nos mantuvieron en el exterior a pesar de la llovizna que empezó a caer, realmente bonito el navegar dentro de esos suaves fiordos con sus aguas verdosas calmadas y sin practicamente rastro de señales humanas fuera de un par de granjas pegadas a la costa o de alguna pequeña embarcación de pesca o de recreo.
Llegamos a Picton sobre las 11.00 am y la maniobra de atraque fue muy rapida así que en pocos minutos saliamos por la popa del barco para empezar nuestra ruta por la isla sur. En Picton no paramos pues teniamos pensada una agenda apretada para el resto del dia. Queriamos llegar a Havelock por la Queen Charlotte Drive ya que es una carretera escénica pegada a los fiordos, nuestro destino final del dia era Kaikoura en la costa del pacífico y por tanto no podiamos ir más al norte ni al oeste de Havelock porque queriamos también hacer un tour por el WAIRAU VALLEY para conocer algunas bodegas y comprar vino.
Vistas desde la Queen Charlotte Drive
La carretera es muy revirada y se hace lenta pero tiene diferentes miradores para parar tomar fotografias, escuchar el silencio y poderse sentir uno mismo parte de la naturaleza del lugar. Ya habliamos decidido que comeriamos en Havelock pues es la capital de los mejillones de labios verdes y no teniamos dudas que nos iban a caer unos cuantos. Es un pueblito pequeño en la costa del fiordo donde tanto los que van a ABEL TASMAN como los que van a NELSON han de parar y probar ese delicioso manjar. Los cocinan de diferentes maneras así que ante la duda escogimos una degustación bien variada debidamente acompañada por un buen vino blanco de la región de Malborough que en pocas horas ibamos a visitar.
Havelock y sus famosos mejillones de labios verdes
Después de la comida volvimos a la ruta hasta tomar el desvio de vuelta hacia Renwick y Blenheim donde se encuentra el WAIRAU VALLEY con todos sus viñedos y bodegas que son muchos. Para los amantes del vino deciros que vale mucho la pena visitarlas ya que los vinos aunque muy jovenes son de muy buena calidad (y no son baratos) y te atienden que es una pasada, dandote a probar sin cobrar a cambio y explicandote y educandote al respecto. Realmente fue muy interesante y de paso nos trajimos unas botellas para nuestra colección, los blancos son excepcionales y con los tintos tienen que mejorar pero igualmente la calidad es buena y mas que aceptable, en general las bodegas de Wairau tienen mucha influencia de los australianos ya que hay muchos enologos de allí y la forma de disponer las vides, el tratamiento, la organización y las catas me recordaron (salvando las distancias) a la visita que hice en 2005 a NAPA Y SONOMA VALLEY en California. Las cepas no tienen más de trenta años pero la tierra y el clima compensan esa juventud, nosotros visitamos Forrester y Framingham y nos quedamos con las ganas de visitar Cloud Bay pero estaba cerrada.
Forrester Winneries
Entre el vino de la comida y las catas que acababamos de hacer el resto del trayecto hasta KAIKOURA fue bastante divertido, en verano los dias alargan bastante en la isla sur y cuando salimos de los valles cruzando la cordillera costera y alcanzando la costa el paisaje nos dejo bastante boquiabiertos, la carretera discurre paralela a la costa y a la via de tren (sin ningun cable ni poste de por medio que enturbie la visión) y en las rocas empezamos a ver las primeras pequeñas colonias de focas.
Habiamos leido y nos habian comentado en una de las bodegas que en Ohau Point hay una colonia residente de focas y que a pocos minutos a pie desde la carretera se podia alcanzar una pequeña cascada donde las focas suelen tener a sus crias antes de llevarlas a la costa cuando ya son mas adultas. Paramos a hacer esa pequeña excursión pero ya habiamos comprobado que las pequeñas estaban con sus madres en las rocas de la playa pues ya tenian tres meses y en el bosque no quedaba ninguna. Después de esta parada con fotos a dos metros de las focas descansando tranquilamente en las rocas seguimos hasta Kaikoura con tiempo suficiente para registrarnos en el camping (el Top 10 esta muy bien) y poder visitar el centro del pueblo, hacer compras para la barbacoa y acercarnos a ver la puesta de sol en la playa y oir el ruido de las olas contra los guijarros.
Ohau Point
Kaikoura es pequeño y su atractivo turistico como ya sabeis son las excursiones para ver ballenas (whalewatching) y para ir a ver los delfines e incluso nadar con ellos. Yo habia reservado para el dia siguiente a las 5.30 am la navegación para ver delfines y nadar con ellos, así que teniamos que cenar prontito y acostarnos pues teniamos que madrugar mucho.
Sin duda uno de los mejores dias de todo el viaje ya que nuestra actividad empezó a las 5.30 am y acabo por la noche en el camping Top 10 de Greymouth en la West Coast. Un dia intensísimo que empezó viendo el amanecer en medio del oceáno pacífico rodeados de delfines y acabó con una puesta de sol en las Pancake Rocks en Punakaiki, y todo ello cruzando el inigualable Arthur’s Pass y sus vistas espectaculares.
Pero vayamos por partes, todavia de noche nos presentamos en Encounters Kaikoura donde habiamos reservado previamente la navegación matinal para avistar y nadar con los Dusky Dolphins. La bienvenida consiste en entregar los trajes de neopreno a todos los que van a nadar y acto seguido pasan un video explicativo de la excursión con todos los detalles a tener en cuenta durante la navegación y el baño. La reserva que habiamos hecho era para uno de nosotros (yo) poder nadar y los otros tres solamente el avistamiento, a última hora tuve que dejar lo de nadar ya que un par de dias antes habia cogido un buen costipado y estava con dolor de oidos y muy congestionado así que me tuve que conformar con el avistamiento.
Salimos puntuales y a las 6.00 estabamos ya en el mar navegando y empezamos a ver los primeros rayos de sol, la costa se iba alejando mientras el sol seguia alzandose dejando los tonos mas rojizos paso a los anaranjados y amarillos sobre el azul intenso del cielo y del mismo mar. La imagen de los primeros delfines saltando completamente fuera del agua con el amanecer de fondo no tienen precio. Al principio los divisamos de lejos hasta que poco a poco ellos iban acercándose a la embarcación hasta finalmente pegarse a ella tanto por los costados como por la misma proa.
En un momento dado y rodeados por decenas y decenas de delfines paramos motores para que los visitantes ataviados con los neoprenos, gafas y tubo pudieran tirarse al agua y nadar durante un buen rato con ellos, nosotros permanecimos a bordo departiendo con los guias y quemando las cámaras de foto y video, fue realmente espectacular ya que el sol lucia esplendidamente y las vistas de la costa con los delfines nadando y saltando eran únicas.
Con los compañeros a bordo después del baño y alguno de ellos tiritando de frio ya que el agua no esta a mas de 10-12 grados pusimos rumbo de vuelta, eso sí siempre con nuestros amigos nadando pegaditos al barco. Un buen chocolate caliente con galletas ayudaron a compartir con el grupo y comentar con los guias todos los aspectos relacionados con esos delfines residentes en esas aguas durante todas las estaciones del año. Cuando llegamos a puerto en pocos minutos nos habian regresado a la agencia y allí nos tomamos un buen desayuno frente a la playa de Kaikoura antes de partir hacia Arthur’s Pass.
El viaje desde Kaikoura hasta Punakaiki es largo por el numero de kilometros y por el numero de paradas, pero vale la pena gastar un dia cruzando el Arthur’s Pass. La primera parte de la ruta es por la costa del pacífico hasta casi llegar a Christchurch para luego tomar una carretera hacia el interior donde los pueblos son comunidades de granjeros y cada vez las distancias entre ellos se van alargando más.
Desde Sprigfield podemos considerar que ya entramos en la ruta del Arthur’s Pass, se trata de3 una carretera que va remontando valles adentrándose en los Alpes y que va cambiando de paisaje segun los kilometros se van acumulando. Sin duda es un lugar bastante solitario pero como es uno de los principales pasos entre el este y el oeste siempre hay vehiculos cruzándolo. Las vistas son excepcionales y podeis parar en muchos diferentes lugares 8siempre dependiendo del tiempo que dispongais), nosotros lo hicimos en Castle Hill y en Arthur’s Pass.
Castle Hill son unas singulares formaciones rocosas muy cerca de la carretera situadas en mitad de prados verdes y dorados donce las vacas y las ovejas corren libres, desde la distancia las formaciones rocosas parecen no ser tan grandes y altas como cuando te situas enfrente o sobre ellas, he visto fotos de invierno y realmente con el paisaje nevado aun parecen mayores y solitarias. por allí estuvimos caminando un rato hasta que decidimos seguir la ruta. Hasta Castle Hill la carretera va subiendo y después deja de ganar altura por un corto recorrido hasta que vuelve a ascender llegando al punto más alto que es propiamente el pueblito de cabañas con un par de restaurantes que es Arthur’s Pass.
Después de repostar seguimos ya entonces descendiendo hacia la costa del pacífico, primero paramos en un mirador donde pudimos fotografiar de cerca los famosos loros Kea y la garaganta que el rio abre en ese descenso, posteriormente, y en una de las zonas habilitadas adecuadamente para comer y descansar hicimos una parada, teniamos un valle a nuestra espalda que era realmente precioso e impactante por la anchura y la nula presencia de signos de vida humana como podeis ver en alguna de las fotos.
Con los estomagos llenos y siendo ya bien entrada la tarde continuamos nuestro recorrido decidiendo alcanzar Greymouth desde el sur por Kumara Junction y no por el norte desde el lago Brunner ya que el tiempo apremiaba y no ibamos a parar más hasta llegar a PUNAKAIKI para ver los Pacake Rocks. Greymouth es la capital de la parte central-alta de la West Coast pues sin duda es la ciudad o pueblo con mayor numero de habitantes, se trata de un asentamiento minero y pesquero que lentamente va desarrollandose en el ambito turístico ni que sea como un lugar de paso entre los parques nacionales del norte y del sur y cerca del Parque Nacional Arthur’s Pass. Escogimos el Top10 de Greymouth que esta pegado a la playa ya en el mar de Tasmania a unos pocos kilometros del centro de la ciudad y a 40 kilometros de Punakaiki por el norte y a la misma distancia de Hokitika por el sur. Cuando llegamos a Greymouth no fuimos a registrarnos al camping sinó que seguimos hacia los Pancake Rocks para poder tomar fotografias al atardecer de las playas del mar de Tasmania. Si la costa de Kaikoura nos impactó no os cuento más de las playas del mar de Tasmania en la West Coast, exagerado de verdad.
Una vez en Punakaiki y despues de varias paradas para fotografiar la costa llegamos a los Pancake Rocks para ver los famosos blow-holes escupiendo agua. El centro de visitantes ya estaba cerrado pues eran ya pasadas las 6 de la tarde, pero dejamos la motorhome en el parking adyacente y fuimos a hacer el pequeño paseo entre esas famosas rocas, fotos y mas fotos viendo como el dia se iba marchando y el atardecer iba dando paso a la noche. Hicimos los últimos 40 kilometros con la satisfacción de haber cruzado la isla sur en medio dia y haber disfrutado de un amanecer único, un dia soleado en los valles de los alpes y un atardecer en el mar de Tasmania, se puede pedir mas???
Hoy amanece soleado en Greymouth y eso equivale a tener que aprovechar el dia al máximo, pues como ya nos han dicho y podeis leer en mil lugares diferentes la principal característica de la West Coast es el altísimo ratio de pluviosidad que tiene, de hecho hay lugares, sobre todo hacia la parte cercana a Fiorland, donde la media de pluviosidad anual està cercana al 50% de los dias, y de hecho al dia siguiente se cumplió la regla escrupulosamente y nos llovió como ya os contare en la próxima etapa.
Nuestra planificación para el dia de hoy era la siguiente: en primer lugar iríamos hasta Hokitika para ver las fabricas de Pounamu que es como allí llaman al Jade, desde Hokitika seguiriamos la SH6 pegados a la costa parando en alguno de los lagos y visitando fugazmente la Okarito Lagoon y el Lago Mapourika, para más tarde llegar hasta Fox Glacier donde hariamos un minitrekking sobre el glaciar, y por ultímo retroceder hasta el camping en Franz Josef, no sin antes parar a visitar el famosisimo Lake Matheson.
Hokitika es pequeño pero tiene un centro urbano plagado de tiendas de regalos, souvenirs, joyerias, talleres de jade, fast foods, restaurantes…., son tres o cuatro manzanas a tocar de una playa preciosa de arena blanca que en dia soleado vale la pena caminarla, aunque solo sea para escuchar el sonido de las olas del mar de Tasmania rompiendo bravamente.
Antes de dedicarnos al shopping y de visitar algunos de los talleres artesanales nos fuimos al i-site (centro de visitantes) para avanzar en el tema de la excursión por el glaciar. Teniamos dudas sobre que glaciar escoger para hacer la excursión, ya que yo habia leido más sobre el Franz Josef que del Fox, pero los amigos alicantinos que nos encontramos en Ruapehu nos aconsejaron el Fox. Fuimos recogiendo información de diferentes posibles visitas por la zona, y al final nos pusimos en manos de una de las chicas que atienden en el mostrador y con ella reservamos un minitrekking por el glaciar FOX para las 14.30, ya que la excursion de la tarde en Franz Josef estaba al completo. Son unas excursiones que en total duran 4 horas aproximadamente o incluso algo más. Tanto en una, como en la otra, la actividad consiste en una explicación de lo que se hará, la entrega de ropa y calzados apropiados, los grampones y una aproximación al glaciar, primero en bus y luego andando, y una vez llegados al hielo te pones los grampones y a caminar durante una hora y media aprox. para luego regresar a la oficina. En los i-sites del pais puedes hacer reservas de cualquier actividad e incluso pagarlas para que cuando llegues al lugar solo tengas que preoucuparte de disfrutar.
Como eran las 11 de la mañana y teniamos que salir una hora y media despues para poder llegar a Fox antes de las 14.30 (en autocaravana tardamos 1 hora y tres cuartos), nos dirigimos hacia la primera de las Factory Jade que encontramos. Detras de la zona de venta y tras cristales vimos los primeros artesanos trabajando el jade, puliendolo, dandole formas y convirtiendolo en colgantes, anillos, figuras, etc. Paseando por las calles entramos en otro de los talleres artesanales y pudimos entrar en la zona de trabajo y charlar con los trabajadores que amablemente y detalladamente nos explicaron que estaban produciendo artículos para el dia de San Valentin. Después de un paseo por la playa donde fotografiamos algunas esculturas hechas con ramas de arboles abandonadas en la playa por el oleaje y construidas por artistas improvisados nos fuimos en dirección sur hasta la Okarito Lagoon.
Esta laguna pegada al mar esta a pocos kilometros de Franz Josef y de la tambien famosa playa de Gillespie Beach. Se trata de una laguna salada donde hay un pequeñisimo centro turístico para los amantes del birdwatching ya que en esta laguna habitan algunas especies de aves migratorias muy interesantes. Desde la playa de la laguna, en dias de sol y con las nubes altas se pueden ver vistas de las cumbres nevadas de los Alpes, ya que la cordillera que siempre transcurre paralela a lo largo de la costa aquí se encuentra a pocos kilometros de distancia. Tenmiamos pensado comer aquí pero los 15 kilometros que la separan de la carretera principal se hacen largos por lo estrecha y revirada que es, así que nos pusimos de vuelta a nuestra ruta con la idea de llegar a Fox para comer antes de salir hacia el glaciar. Las fotos del Lago Mapourika eran obligatorias pues el agua estaba totalmente calmada y realmente era un espejo cristalino.
Pasamos por Franz Josef y vimos nuestro camping Top10 pegado a la carretera pero no paramos ya que ibamos directos a Fox. La carretera de la West Coast es de una belleza singular ya que siempre vas muy cerca de la costa, vas cruzando rios con amplios valles en sus tramos finales de desembocadura, puentes estrechos de una sola dirección, con los Alpes a tu izquierda y sus cumbres nevadas, también cruzando frondosos bosques tropicales antiguos con helechos gigantes (los famosos fern) y otras especies singulares que llegan hasta las mismisimas playas de arena blanca y de cantos rodados pulidos por la acción del oleaje.
Llegamos con poco tiempo de anticipación a la oficina de Fox Glacier Guiding y enseguida nos llamaron para las explicaciones y la entrega del material, aunque el dia se mantenia soleado pero ya con algunas nubes en las montañas decidimos aceptar los anoraks para cubrir los riesgos climatológicos. En el camino de la oficina al glaciar comimos un poco para reponer fuerzas, ya que ahora tocaba caminar un par de horas. El bus para al final de la morrena terminal en una explanada y desde allí con el guia los grupos de unos 15 individuos se disponenm a subir al glaciar a través de la morrena lateral durante media hora. Una vez sobre el glaciar y con los grampones colocados el guia va marcando el camino sobre el hielo. Para los que no lo hayan hecho nunca es muy entretenido y recomendable, para los qeu lo hayan hecho ya en algun otro lugar yo les aconsejaria otro tipo de visita o actividad. Los guias tienen muchos conocimientos sobre la geologia y la historia natural del lugar y dan unas explicaciones muy correctas que te hacen la excursión aún más interesante ya que aportan muchisimos datos que enriquecen el paseo. Bebimos agua frria y cristalina del suelo del glaciar en pequeños charcos sobre el propio hielo milenario, vimos diferentes formaciones como gietas, cuevas, pozos, pequeñas cascadas….
De vuelta hacia el bus tuvimos tiempo suficiente de entablar amistad con una pareja de jovenes argentinos e intercanviar experiencias: ellos siendo argentinos no habian caminado sobre el Perito moreno en la Patagonia, cosa que si habiamos hecho nosostros dos años antes en nuestra aventura por Argentina.
Cuando llegamos a la autocaravana el dia todavia era claro ya que en estas latitudes en verano el dia alarga mucho y por eso decidimos ir a ver el Lago Matheson anges de regresar a Franz Josef. El Matheson es famoso porque en sus aguas estancadas y muy cristalinas se pueden ver los reflejos de los montes Cook y Tasman (los dos mas altos de los alpes), pero para ello el dia debe estar muy destapado y sin nubes en los montes cosa que para nosotros no fue así, no obstante aun así pudimos apreciar la belleza del lugar y caminar por el bosque que lleva hasta el lago, solo por este caminito ya vale la pena la excursión. Pudimos fotografiar algunos pajaros kea con sus colores azules, verdes y rojizos antes de volver hacia Franz Josef y dar el dia por terminado. El camping Top10 de Franz Josef está muy bien y una barbacoa más puso punto final a otro gran dia.
Hoy nos levantamos con lluvia y sin vistas de las cumbres de las montañas cercanas a Franz Josef, si en algun momento tuvimos dudas en cuanto a hacer la excursión en helicóptero en la zona de F.Josef o Fox la lluvia nos las disipo pues con este dia era imposible y menos a primera hora de la mañana. No podíamos esperarnos a ver si mejoraba ya que la ruta de hoy era tambien bastante intensa y por tanto decicimos llenar depósito, comprar pan y dejar los glaciares.
Nuestra oportunidad de volar sobre los glaciares y el Mt.Cook la dejaremos para cuando vayamos allí en unos dias más. Quiero recalcar que por mucho que os digan las agencias, lo mejor es no contratar los vuelos hasta no estar en la zona porque la climatologia marca mucho y te expones a que te hagan esperar para ver si el helicoptero sale a costa de perder lo pagado previamente. Si el dia no se levanta soleado desde la mañana parece ser que es mejor esperarse a las horas centrales del dia cuando las nubes ya se han levantado totalmente y la visión desde el aire es perfecta. Tambien hay que tener en cuenta que hay siempre tres o cuatro trayectos a escoger y que cada uno es mejor y más caro, así los más baratos son de 20 minutos con una parada (en algunos casos no las hay) de 5 minutos en la nieve sobre el glaciar. Se trata de excursiones bastante caras pero que desde mi punto de vista hay que hacer y ya puestos a gastar tambien aconsejo apretarse los “machos” y contratar los vuelos de 40 min.
Desde Franz Josef a Fox son solo 25 kms. cruzando un bonito y espeso bosque, tras este trayecto la carretera se va acercando cada vez más a la costa y hay algunos lugares interesantes por ver como por ejemplo el Lake Paringa donde paramos para tomar fotografias pese a la fina lluvia que no cesaba de caer.
También paramos en el archifamoso mirador de Knights Point con todo el mar de Tasmania a nuestros pies y rodeados de un bosque tropical que cae por los acantilados hasta las mismisimas playas. Mas al sur de Knights Point y antes de llegar a Haast es obligado hacer una parada y un paseo por Bruce Bay donde el bosque pegado a la playa es una auténtica gozada. Se trata de una playa enorme de cantos redondos pulidos y suprebrillantes.
En Haast que es el último pueblo de la West Coast la carretera se desvia hacia el interior de los alpes por la ruta conocida como Haast Pass, es una carretera escénica que hay que hacer con mucha calma para disfrutarla en su totalidad. Cruzar los alpes en esa zona no es “moco de pavo” y hay que tomárselo con calma sobretodo los que vayais en autocaravana pues es estrecha y muy revirada.
Como siempre durante nuestro periplo fuimos haciendo paradas en miradores y lugares muy bellos como Gates of Haast o la Blue Pools ya de bajada hacia los lagos Hawea y Wanaka. La lluvia hizo que nuestro dia fuera más largo de lo pensado pues si ya tienes que ir poco a poco por la carretera con lluvia aún hay que tomar más precauciones, pero os aseguro que incluso lloviendo es una experiencia que recordare toda mi vida. Los bosques profundos, las gargantas y aguas cristalinas dejan paso a planicies en los valles profundos junto a los lagos en el tramo final antes de llegar a la pequeña ciudad de Wanaka. Si bien la lluvia fue protagonista durante gran parte de la ruta cuando visitamos las Blue Pools ya habia cesado practicamente y en los últimos kms. antes de Wanaka incluso el sol ya hizo su aparición, no en vano habíamos dejado los alpes atrás y estos hacen de parapeto de las nubes. Aprovechamos esa tregua (que fue definitiva) para parar a comer en otro mirador a los pies de un valle enorme.
Sobre las 5.00 de la tarde lelgamos a Wanaka y antes de registrarnos en nuestro Top10 que teniamos reservado fuimos a un interesante y entretenido lugar llamado Stuart Landsborough’s Puzzling World, se trata de un pequeñito parque dedicado a los efectos visuales imposibles donde podeis ver des imagenes holgráficas en 3D, una sala donde las caras de los personajes te siguen con la mirada des todos los angulos, diferentes efectos de la perspectiva y como se puede engañar eal sentido de la vista. No es nada del otro mundo pero por lo diferente y por el precio bien vale una pequeña visita. Como cerraron pronto nos fuimos a pasear por el frente del lago donde una playa con sauces llorones deja unos paisajes para fotografiar que no os podeis perder. Vimos pues el atardecer frente al lago con una calma i tranquilidad que nos impactaron pues Wanaka sigue de cerca a Queenstown en cuanto a zona turística y aunque es febrero allí es pleno verano, naturalmente nosotros agradecimos este hecho ya que si de por si el lugar ya es bucólico sin apenas personal lo es mucho más.
Acabamos la jornada en el camping con una buena cena y aprovechando para enviar mails, llamadas a la familia y preparar las rutas y excursiones de los próximos dias que se preveían muy intensos.
Aunque hoy no toca hacer muchos kilometros ya que de Wanaka a Queenstown son apenas 90 kms. de distancia, nos levantamos pronto con la idea de llegar a Arrowtown Y hacer la visita tranquilamente ya que no sabemos cuando lleguemos a Queenstown si contrataremos alguna excursión para la tarde o que haremos.
Decidimos que ya que no hariamos muchos kms. podriamos pasar por Cardrona Valley en vez de seguir la carretera principal, de esta forma llegariamos a Queenstown por las montañas y podriamos sondear el tema del jet boating en el rio Shotover.
La carretera discurre por un valle fluvial con sus granjas de ovejas y vacas hasta que se desvia para adentrarse en el valle de Cardrona donde la carretera se alza hasta los 1000 mts. de altitud, no en vano aqui hay una de las estaciones de sky más conocidas de NZ la Treble Cone Sky Area. Os dejo una foto del famoso y anitguo Cardrona Hotel que podreis ver y encontrar en miles de postales.
Es el típico puerto de montaña con carretera estrecha y curvas supercerradas en su parte final y a ambos lados, a medida que ibamos alcanzando altura la niebla instalada en las cumbres suaves del valle se iba haciendo mas espesa y en la cima del puerto la visibilidad era mas bien escasa. Tuvimos pues que posponer las fotografias del valle que da a Arrowtown en la vertiente sur para un poco más abajo donde las nubes que proponian la niebla ya no molestaban.
Una vez salvado el puerto y finalizada la bajada (donde se ponen a prueba los frenos del vehiculo) la carretera se une a la principal y a pocos kms. te puedes desviar hacia Arrowtown que es un antiguo asentamiento minero y que ahora se ha convertido en un pequeño pueblo turístico a pocos kms. de Queenstown, donde vale la pena parar a tomar un desayuno o comida y hacer algo de shopping en sus preciosas casas-tiendas con fachadas reformadas que nos recuerdan a las ciudades mineras de California a principios de siglo XX. Arrowtown es pequeño y se ve muy rapido o sea que os aconsejo parar y pasear por allí, incluso tienen los restos de lo que fue un pequeño asentamiento de chinos de cuando la fiebre del oro del lugar, hay paneles informativos explicativos de la historia del lugar amén de algunas chozas que estos usaron para vivir.
Dejamos Arrowtown con la intención de llegar a Queenstown por el rio Shotover y ver el tema del jet-boating (precios, horarios, …) ya que es el lugar de preferencia para esta actividad. Lo tienen muy bien montado para parar y poder ver y escoger antes de aventurarte a subir esa parte del rio con una lancha a toda pastilla. Vimos como salian y llegaban varias de ellas y decidimos finalmente esperar al dia siguiente ya que teniamos reservada la excursión de dia completo a Glennorchy y el Dart River y dentro de la programación ya se incluia media hora de jet-boating aunque en un rio menos caudaloso y mas abierto que el Shotover.
Así que fuimos a instalarnos al Top10 de Queenstown (el de la zona de Shotover) que estaba cerquita y muy céntrico también, este camping es realmente bonito y adecuado, tuvimos suerte pues aqui pasamos dos noches, cosa única en nuestro viaje.
Una vez bien aparacada la autocaravana y comido unos bocatas nos fuimos hacia el centro de la ciudad a tan solo 5 minutos andando. Enseguida nos enamoramos de la ciudad por todo en general y en particular por las vistas que tiene del Lago Wakatipu. Queenstown es una pequeña ciudad con mucha vida pues hay mucho turismo, gente joven, terrazas y bares animados, restaurantes, un pequeño muelle con su pase maritimo, playas en el centro del pueblo, y todo ello rodeado por las montañas Remarkables y el lago Wakatipu a sus pies. Desde luego no me lo pensaria dos veces si tuviera la oportunidad de vivir en este lugar algún dia.
Diversas imagenes del Lake Wakatipu
Con tan solo 10.000 habitantes si llega tienen todos los servicios necesarios, desde hospital, campos de deporte, escuelas, bancos, galerias comerciales, barcos para navegar, agencias de turismo de aventura e incluso un gran aeropuerto al que se llega desde las ciudades mas importantes del pais. No nos extrañó que se la considere la capital mundial del deporte extremo o de aventura porque hay muchisimas actividades para elegir. Nosotros como somos más bien tranquilos que lanzados habiamos ya reservado con antelación una de las excursiones top que pueden realizarse por la zona, la llamada Dart River Funyaking: esta actividad reune desde el traslado y visita a Glennorchy (a 50 kms), pasando por Jet Boating en el Dart River, y un descenso en kayak por dicho rio, parando a comer un buffet en medio de la nada un poco más al norte del sitio llamado Paradise justo donde se localizaron varias escenas de la peli El Señor de los anillos, concretamente las de Isengard en la segunda pelicula de la trilogía.
Así que estuvimos paseando por las calles y avenidas que dan al lago, escuchamos música en directo, hicimos algunas compras y muchas muchas fotografias. Como en este pais se cena pronto tuvimos que volver a la autocaravana para cambiarnos de ropa pues teniamos cena en un punto mágico de Queenstown, nada menos que en el mirador que hay sobre la ciudad al que se accede por una gondola (telecabina) y desde el que se tienen una vistas únicas y realmente espectaculares de las montañas, el lago y la ciudad. Es el llamado Skyline de Queenstown y es un restaurante mirador (con terrazas exteriores) en el que se puede cenar en un buffé libre por un precio que incluye el telecabina de subida y bajada, y que es muy razonable por la relacion precio-calidad.
Desde el Skyline Restaurant
Os aseguro que ver la puesta de sol que vimos desde ese sitio no tiene precio y si además lo puedes hacer brindando con un buen vino del pais aun mejor. Ya de noche y con los estomagos mas que llenos regresamos al camping, habia que preparar las mochilas, reponer baterias para las cámaras y descansar para el dia siguiente que se nos proponia largo e interesante pues nos recogerian en el mismo camping sobre las 7.00 de la mañana y nos devolverian sobre las 5.00 de la tarde.
Como ya os he dicho nos recogen bien puntuales a las 7.00 de la mañana para ir a Glennorchy y visitar la zona de Paradise y el Dart Valley. Es una visita de 9 horas que nos llevara a conocer el lugar exacto donde se filmaron algunas escenas de peliculas como El Señor de los Anillos, X-Men el origen, Narnia, Limite Vertical o muchos spots televisivos. Esta excursión la hacemos con la gente de DART RIVER JET SAFARIS que tienen la oficina en el centro de Queenstown.
Amanecer en Glennorchy
De Queenstown a Glennorchy solo hay una carretera que va pegada al Lago Wakatipu, es una carretera escénica preciosa que tiene unos 50 kms. y que hay que hacer con calma para poder parar en algun mirador, tomar fotografias, etc. Glennorchy es un pequeñisimo pueblo situado justo en la cabecera del lago, cerca de donde desemboca el Dart River, un lugar hermoso con unas vistas del amplíismo valle espectaculares, con una tranquilidad absoluta sin apenas gente y con todas las montañas a tu alrededor.
El Dart River desciende desde el Dart Glacier ya en las montañas del MT.ASPIRING NATIONAL PARK y que junto al Rees River abastecen de agua al Lake Wakatipu. En su tramo final el Dart ocupa una extension de varios kilometros de amplitud formando una serie espectacular de meandros, dividiéndose el rio en infinidad de pequeños brazos que solo son navegables en kayak o en jet boat ya que en ocasiones la altura del agua no alcanza los 20 cms. Todo este sistema de brazos y meandros entre una capa de cantos rodados da paso mas al norte a un cauce algo más caudaloso rodeado de prados extensos i de bosques frondosos a los pies de los picos nevados del parque nacional.
En este valle nacen famosos trekkings como el Routeburn y desde el puede accederse al fiordo Milford cruzando la cordillera (Barrier Range), de hecho estuvimos en un punto donde la distacia a Milford es la misma que a Glennorchy. Este valle fue habitado antiguamente por los maoris ya que aquí venian a cazar el extinguido Moa (una especie de avestruz o ave gigante) y a recolectar la piedra verde (Jade o Pounamu).
Si bien no vimos el amanecer ya que el dia ya se habia levantado, todavía el sol se estaba alzando de manera que los colores sobre los montes y el mismo valle nos dejaron boquiabiertos cuando desde la carretera vimos Glennorchy por primera vez. Al llegar nos entraron en sus dependencias para dar la charla sobre seguridad en el rio y darnos las ropas adecuadas para la ocasión: traje de neopreno, chaleco salvavidas, botas de agua, polares y anoraks. Ya con la vestimenta puesta nos acercamos al pequeño muelle que tienen instalado desde donde iniciamos el jet-boating remontando el rio Dart en direccion norte durante 30 kms aproximadamente. Durante el trayecto nuestro guia conductor hizo algunas paradas para explicar detalles del lugar y anecdotas, pero tambien durante el trayecto rrealizo diversos giros de 360º y a velocidades altas nos acercamos a los laterales del cauce esquivando las rocas que se nos presentaban, no es probablemente lo emocionante que pude ser en el cañon del rio Shotover pero la adrenalina se hizo presente igualmente, una buena experiencia que hizo que ya no fuera necesario hacer el jetboating en el Shotover al dia siguiente.
Al finalizar el trayecto de jet-boating descendimos en una pequeña explanada donde los guias nos explicaron como manejar los kayaks hinchables que habian traido y que seguidamente hincharon mientras los miembros del grupo charlabamos y tomabamos fotografias sin parar. Los kayak hinchables son de dos plazas cada uno y los guias dividen el grupo en dos o tres grupos de 3-4 canoas para asi poder ayudar en cualquier momento. Empezamos a bajar rio abajo por una zona realmente de poca dificultad y practicamente sin profundidad de manera que a cualquier despiste te veia obligado a bajar de la canoa para colocarla de nuevo en una zona de corriente.
Uno de los mejores momentos del dia fue cuando desembarcamos de la canoa en uno de los brazos laterales del rio que se adentra en el bosque, donde el agua de color grisaceo verdoso se transforma en un azul turquesa impactante y apareciendo ante nosotros una piscina de agua cristalina proveniente de una estrecha gorga entre las paredes de roca. Aqui pudimos adentrarnos en dicha garganta hasta ver una pequeña cascada que le ponia fin, de vuelta a la pool algunos atrevidos entre los que nos contamos Pepe y yo mismo nos tiramos desde las rocas a nadar en el agua helada.
Finalizado el baño y recuperado el aliento y bajo un sol imponente cruzamos un pequeño trozo de bosque para alcanzar el punto donde nos prepararian la comida antes de proseguir nuestra bajada en kayak. Nos dispusimos a comer en un claro entre el rio y el bosque por el que habíamos llegado con unas vistas preciosas del lugar llamado Paradise donde se ubicaron los exteriores de Isengard en la peli El Señor de los Anillos: Las dos Torres. Creo que con las fotos os podreis imaginar mejor el lugar, sencillamente alucinante. Allí charlamos distendidamente con los guias y demás compañeros de ruta, tomamos el sol mientras degustabamos un café después de la comida.
Ya de vuelta proseguimos bajando con los kayak hasta un punto donde nuestro brazo del rio se unia a otro de mas caudaloso creando una fuerte corriente que los no expertos no supimos dominar, era ya el final del trayecto cuando a Núria y a mí se nos cruzó la canoa con la mala suerte que abordamos ese nuevo curso del rio por la parte mas profunda y más rapida, no pudimos controlarlo y chocamos contra un remolque-plataforma que tienen colocado para sacar del rio los jet-boats. Núria salio despedida de la canoa y pudo colocarse flotando en el rio con los pies por delante tal como nos habian explicado, fueron solo unos cien metros hasta que uno de los guias salió de su canoa y entro en el rio tendiendole una mano y agarrandose a ella para poder salir. Yo quedé atrapado fuera de la canoa entre esta y la estructura del remolque y aunque me agarre fuerte no pude aguantar la fuerza de la corriente y al soltarme me hundi pasandola por debajo no sin dejar de darme un par de golpes en la cabeza, al estar todo esto cerca del borde del cauce a los pocos metros pude salir del rio por mi propio pie viendo como mi remo navegava placidamente sin control. Enseguida vinieron los guias para preguntar como me encontraba y después de pasar el susto todo el grupo ayudamos a recoger las canoas y montarnos de nuevo en el bus 4×4 que nos llevaria de vuelta off road hasta Glennorchy, por suerte todo quedó en una simple anecdota para explicar.
De regreso a Queenstown nos fuimos a duchar y decidimos que era el dia para cenar un fish&chips frente al Wakatipu para poder ver la puesta de sol antes de volver a dormir a la autocaravana y despedirnos de Queenstown.
De Queenstown a Te anau puerta de entrada a los dos fiordos mas importantes y visitados (Doubtful y Milford) hay entre dos y tres horas yendo tranquilamente sin prisas. Nuestra meta de hoy era llegar a Te Anau (Fiorland) a la hora de comer para poder comprar y dar un garbeo por el pueblo antes de embarcarnos con Real Journeys para navegar por el lago e ir a visitar las cuevas de glow-worms.
Habíamos contratado la excursion a las cuevas para las 14.00 para así una vez finalizada poder hacer toda la Milford Road (120 kms) de dia y ver el atardecer ya en el fiordo. También reservamos plaza en el Milford Lodge a tan solo 2 kms del muelle en el fiordo para poder despertarnos allí y hacer la excursión a primerísima hora de la mañana sin las multitudes del medio dia.
Como cada dia nos levantamos pendientes del tiempo y otra vez estabamos de suerte pues lucia un gran dia soleado que nos acompañaría toda la jornada. Después del último paseo por Queenstown salimos por el sud de la ciudad y ya no paramos hasta llegar a Te Anau. Es un pueblo no muy grande con muchas tiendas de alimentación, moteles y lodges, souvenirs, estaciones de servicio, …. todo lo necesario ya que no hay nada mas en muchisimos kilometros a la redonda. Te Anau esta pegado al lago del mismo nombre y de allí salen los barcos que te llevan o bien a las cuevas de glow-worms (gusanos de luz) o bien al final del mismo donde se inicia el famosisimo Milford Track que es la ruta de trekking mas importante de NZ, son 4 dias de marcha parando cada noche en un refugio hasta llegar al fiordo, este trekking solo puede hacerse en un sentido (Te Anau-Milford) y solo lo pueden hacer un numero de personas al dia teniendo todos plazas aseguradas para dormir. Por falta de tiempo la descartamos per la recomiendo para todos los que puedan disponer de esos 4 dias ya que debe ser algo impresionante de verdad, como algunos nos comentaron en el lodge de Milford cuando llegamos por la noche.
Después de comprar víveres nos fuimos a la autocaravana donde preparamos la comida y comimos tranquilamente en un parque publico con zona de pick-nick comimos disfrutando del sol y el buen dia que hacia mientra esperabamos la hora de embarcar. Puntualmente a la hora pactada salio la embarcación con unas 40 personas a bordo, buenas vistas y aguas tranquilas durante 30 minutos mas o menos hasta llegar a las cuevas. Una vez fura del barco y a través de una pasarela de madera y por un corto caminito llegamos al visitor centre donde nos invitaron a una taza de cafe o te mientras nos pasaban un vido y nos explicaban todo acderca de la creacion y descubrimiento de las cuevas, así como de las estrellas principales que las hacen atractivas al turismo: los Glow-Worms o gusanos de luz.
El acceso a la cueva es realmente estrecho y bajo y por ello alguna persona con dificultades (gente mayor sobretodo) puede que se quede fuera, una vez superado ese trámite y ya dentro de la gruta hay que ir en silencio tras el guia que en un par de sitios para dar alguna explicación. A los pocos metros se llega a una zona oscuras donde te montan en una barquita para desplazarte por la cueva y poder llegar a los gusanos en total silencio y oscuridad pues de otra forma estos no emitirian la luz fluorescente y no se verian. La visión es tremenda ya que únicamente puedes ver miles de puntos de color en las paredes y techo con un silencio sepulcral, reconozco que es una turistada pero es algo que de otra forma no tienes la oportunidad de ver y es toda una experiencia. Dicho esto y habiendo sido testigo en primera persona y después de haber leido blogs, forums y webs al respecto se que es una actividad para hacer en Waitomo donde parece ser que estan mucho mas preparados y que las cuevas son mucho mayores, pero bueno para los que como yo no podian ir a Waitomo por razones de diseño de ruta tuvimos la oportunidad de ver los glow-worms aquí. La relación calidad precio no es buena pues es un poco caro para lo que te ofrecen pero lo dicho no hay tantos lugares donde podras verlos.
Esta excursión dura unas 2 horas y media con lo cual a las 5 ya estabamos en marcha hacia lo que ha sido sin duda junto a Mt.Cook la mayor experiencia en NZ.
Como ya habiamos visitado Te Anau antes de la excursion a las cuevas y también habíamos comprado para un par de dias más, salimos sin más dilación hacia el fiordo.
Esa hora de la tarde y con el dia soleado fue una auténtica gozada ya que pudimos ir parando a nuestro antojo, sin prisa ninguna y siempre con el tráfico a nuestra contra pues iban regresando los buses y caravanas que habían hecho la navegación al mediodia. Los colores de las montañas, los bosques que ibamos cruzando, los prados, ….. bufff que lugar. Sin duda es una carretera de 120 kms. que hay que saborear kilometro a kilometro, ir allí con prisas no vale la pena pues hay pocos lugares donde te puedas sentir tan pequeño pero tan tranquilo a la vez.
Naturalmente paramos en los Mirror Lakes, aunque antes ya habiamos parado a tomar diferentes fotografias de escenarios que nos parecian soberbios, así pues pusimos una musica adecuada que Pepe se trajó de casa y que potenció nuestra visión, al reforzarla con sonidos ambientales que nos quitaron las ganas de hablar entre nosotros, como queriendo cada uno tener su “momento propio”.
Nos sentimos realmente afortunados de vivir esos momentos pues se trata de una ruta preciosa de verdad, seguimos parando en otros miradores, cada uno de ellos nos ofrecia un entorno distinto al anterior. Aunque el Hommer Tunnel esta regulado semaforicamente y nosotros lo teniamos en verde, preferimos parar para fotografiar las cascadas de agua proveniente del deshielo que habia a nuestro alrededor, ya que en ese punto es donde se dibuja un enorme circo glaciar de paredes rocosas con los cúmulos de nieve en sus cimas.
En el siguiente turno cruzamos tranquilamente teniendo la suerte de encontrarnos muy pocos vehiculos en sentido contrario ya que el tunel es muy oscuro y las condiciones del firme no son muy buenas… no veais, conduciendo a oscuras por la izquierda y con una peazo autocaravana que llevavamos!!!. La vision al salir del tunel con la carretera descendiendo y zizagueando encajonada en el valle era única, los rayos del sol, que empezaba a querer esconderse, asomaban entre las cumbres quedando en un lado de valle zonas umbrias y en el lado contrario las rocas y los arboles reflejando la luz hacia nosotros.
Poco después llegabamos al Milford Lodge que es un pequeño hotel que hace las veces de Holiday Park para autocaravanas, como no tiene muchas plazas fue un acierto haberlo reservado desde casa unos meses antes. Nos registramos vimos las instalaciones y nos fuimos a ver el fiordo que está escasamente a un kilometro y medio, el final de la carretera es un gran aparcamiento y el muelle desde donde salen las navegaciones por el fiordo. A parte de nuestra presencia habia un grupo de 5 personas sentadas en una mesa tipo pick-nick comiendo algo.
Por suerte aun teniamos suficiente claridad para tomar buenas fotografias aunque el sol ya no brillaba como por la tarde, pero ver la puesta de sol allí fue un lujo que me atreveria a decir que no se si mereciamos. Sabíamos que no obstante haber vivido un dia soleado y maravilloso, el tiempo en Fiorland cambia en cuestión de minutos y de ello doy fe, porque fue llegar de nuevo al lodge y a los pocos minutos ponerse a llover. Como ya estabamos bajo techo no nos preoucupó demasiado confiando que por la mañana la suerte nos volveria a sonreir y podriamos ver el amanecer y hacer la navegación bajo un dia claro.
Había mucha gente en el lodge cocinando y cenando, conocimos a unos vascos, ayudamos en tareas gastronómicas a unos alemanes, en la cocina no se cabía ya que la mayoria de los que pernoctan aquí son trekkers que han hecho la Milford Track durante 4 dias y allí intercanvian sus vivencias mientras cocinan y que por lo poco que se son indescriptibles. Después de tantas emociones a lo largo del dia tocava descansar y pensar que al dia siguiente seriamos parte del entorno del fiordo.
El dia en Milford nos amanece tapado y con llovizna que va alternando momentos de paro con otros de mas aguacero sin llegar a ser copioso. A las 9.00 tenemos programado nuestro viajecito por el fiordo y un cuarto de hora antes ya nos llaman para ir a embarcar. El grupo somos 14 personas y como la empresa es una de las dos mas pequeñas desde la sala de espera no veiamos ningun barco de ellos con lo que nos entraron algunas dudas. Era normal que no lo vieramos pues estaba entre dos barcos enormes que no lo dejaban ver, estos barcos mayores llevan hasta 250 personas a bordo pero el nuestro (con MITRE PEAK) era para unos 40-50 así que ibamos superanchos por todo el barco pudiendo escoger tranquilamente desde donde tomar las fotografias tanto a cubierto como en el exterior.
Es verdad eso de que Milford da igual si esta tapado, si nieva o si llueve o brilla el sol; es precioso en su totalidad desde el muelle hasta salir al mar de Tasmania (ojo creo que no todos las excursiones llegan a salir al mar).
Vimos diferentes cataratas a ambos lados del fiordo, sus paredes casi verticales te hacen sentirte ridículo de lo pequeño, la neblina le daba un aspecto algo fantasmagórico que enriquecia su entorno. Vimos varias colonia de focas y un sin fin de detalles que los guias iban explicando. Nos colocamos a tocar de una de las cataratas pero como era verano y la caida de agua era más bien pequeña no alcanzamos para una ducha, aunque la poca lluvia que caia ayudó a imaginar como podria haber sido.
Fueron casi un par de horas de no parar con las maquinas de video y fotografia, de tomarnos unos chocolates y tes calientes mientras navegabamos y de compartir experiencias con una pareja de Montana, en fin una excursion a la que echamos en falta los delfines que sulen haber pero que ese dia decidieron no aparecer, quiza porque sabían que ya habíamos compartido unas horas con sus parientes de Kaikoura.
Dos horas y poco más duro el paseo y ya de vuelta y con el cielo que poco a poco parecia que queria abrirse cogimos la autocaravana para seguir con nuestra ruta.
Hoy tenia que ser un dia de carretera pues saliamos del fondo del fiordo para llegar a la costa del pacífico en Surat Bay (The Catlins). Como el dia anterior habíamos podido hacer varias paradas tranquilamente por la Milford Road, hoy podriamos hacerla de vuelta parando menos y así poder ganar tiempo al dia.
La primera parada fue en The Chasm que es un fenómeno geológico más de los que se pueden encontrar en NZ. El agua del rio se abre paso a través de las rocas en un cañon muy estrecho y profundo, debido a la erosión de la roca se producen una serie de agujeros por los que el agua se cuela cayendo finalmente en una catarata profunda y oscura justo en medio de la maleza, se llega fácilmente desde el aparcamiento pero no se puede ver hasta que no te situas justo encima de él, los caprichos del agua y su fuerza han esculpido de forma singular el lecho del rio dando como resultado esta preciosidad, vale la pena parar para verlo.
Paramos de nuevo en los mirror lakes antes de llegar a Te Anau donde volvimos a poner gasolina y así ya no tener que pensar més en ello durante muchos kilometros. Nuestra dirección para alcanzar los Catlins fue cruzando la isla pasando por Gore y Balclutha para finalmente llegar a Owaka donde esta la playa de Surat Bay pegada al holiday park de New Haven donde teniamos reservado para dormir.
DOS PARADAS EN LA MILFORD ROAD
Para aquellos que dispongan de más días que nosotros la recomendación es tomar desde Te Anau la carretera SSR (Southern Scenic Road) que se dirige hacia el sur cruzando el resto de Fiorland hasta llegar a Invercargill y Bluff (última ciudad), desde cualquiera de estas dos ciudades la SSR sigue hacia los Catlins o bien bordeando la costa (ya del pacífico) o por el interior hasta alcanzar dicha costa.
Al ir con menos dias de los necesitados decidimos que no podriamos hacer la SSR, pero que si llegabamos con tiempo suficiente algo podriamos ver de la zona costera de los Catlins, y así fue porque antes de llegar a Surat Bay pudimos pasar por el llamado Kaka Point y un poco más adelante hacer la visita al faro de Nugget Point con su colonia de focas y leones marinos.
Del trayecto por el interior de la isla pasando por Gore y Balclutha poco que decir ya que no paramos por tal de disponer de más tiempo en la costa, la lluvia muy fina iba y venía por tramos pero nunca llovió copiosamente así que la media de velocidad fue alta. Desde Balclutha ya nos dirigimos directamente a las playas de Kaka Point cruzando campos de pasto y cultivo, granjas y pequeños nucleos habitados muy dispersos los unos de los otros. Pasamos por estrechas carreteras entre los campos rodeados de vacas y ovejas por doquier hasta que alcanzamos la linea de costa.
Aquí el paisaje es realmente bonito y bucólico (se parece mucho a algunas zonas de la República de Irlanda como el Ring of Kerry o la zona de las Achill islands), los prados verdes se funden con las playas de arena blanca en Willshere Bay o en Short Bay, en las que alternan los troncos plateados de arboles arrastrados por las corrientes y devueltos por las olas del pacifico con rocas tapizadas por algas oscuras que se mecen al ritmo del oleaje. Al final de la carretera y despues de dejar a nuestra derecha y al fondo la playa de Roaring Bay, donde pueden verse pingüinos de ojos amarillos, esta el faro de Nugget Point, justo encima de un promontorio y con un mirador que te deja solo con el oceano por delante, a tus pies los leones y las focas se escuchan en la lejania.
Tuvimos que retroceder por donde habíamos venido ya que no hay otra ruta posible, son unos 20 kms de carretera con algunos pequeñisimos moteles normalmente colocados junto a las playas o bien en pequeños promontorios sobre ellas con vistas espectaculares del mar y desde los que los amaneceres te pueden hacer saltar las lagrimas sin ninguna duda.
Nuestro destino final era el pueblecito de Owaka donde se halla la playa de Surat Bay famosa por sus focas residentes todo el año y con las que tuvimos un encuentro al dia siguiente. Cuando preparé el viaje leí bastante acerca de las playas de los Catlins y de su fauna, por eso sabía que aquí tendríamos oportunidad de pasear junto a las focas y/o los leones marinos, fue por ello que reservé una noche en el camping de New Haven a las afueras de Owaka y pegado a la playa de Surat Bay, así como cerca de la no menos famosa Cannibal Bay.
Se trata de un pequeño camping escondido entre las dunas de las playas vecinas alejado unos 3 kms de la carretera. Eramos de los pocos clientes ese dia, y aunque era temporada alta os aseguro que esta muy alejado y solitario. Antes de instlarnos en el camping nos fuimos a Owaka ya que teniamos la intención de visitar un par de casas muy “especiales” que hay allí. Estan la una al lado de la otra y los visitantes suelen toparse con ellas y parar a curiosear.
Una se llama Teapot Land y la otra Dollyworld. Las dos son dos casas de lo más normal en cuanto a aspecto pero tienen cada una algo que las hace únicas: la primera tiene un pequeño jardin decorado con un número de teteras de todo tipo de fromas y colores que no me atreveria a decir, muy simple pero muy extraño….creo que la palabra seria “freaky”. La casa vecina de apariencia totalmente normal pertenece a una señora llamada Christle Collis que lleva toda su vida coleccionando muñecas y muñecos y las tiene expuestas en su interior. La puerta estaba cerrada con pinta de no haber nadie en el interior ya que no se veia luz alguna o ruido, llamamos suavemente mientras la abriamos para entrar y desde el interior una voz de hombre nos animó a pasar y nos atendió amablemente mientras llamaba y esperaba que llegara Cristle quien nos explicó todo y con todo detalle, pasamos un rato muy entretenido con sus historias y fue sin duda el momento más entrañable de nuestro viaje ya que no solo nos atendió amablemente sinó que se despidió de nosotros como si fueramos parientes venidos desde muy lejos a visitarla, incluso nos regaló a cada uno unas preciosas conchas recogidas por su marido. No estuvimos ni una hora pero el calor que sentimos y la amabilidad en el trato nos dejo ciertamente impactados y por siempre tendra un pequeño espacio en nuestro corazon (mientras escribo esto tengo al lado el papel en el que de su puño y letra nos dió su dirección y telefono), por último le dejamos una dedicatoria en una especie de libro de visitas y nos despedimos de ella en el portal, cuanto agradecimiento sin más lucro que el de la voluntad del visitante. Bonito cierre de un dia memorable.
Si el atardecer en Surat Bay fue emocionante no puedo definir las sensaciones que tuvimos cuando nos despertamos y la luz del sol empezaba a dejarse entreveer. Nos vestimos y sin desayunar nos fuimos a pasear por la playa donde podriamos disfrutar de la salida del sol en un dia claro y despejado. Cruzamos una zona de vegetación sobre las dunas antes de acceder a la playa y una vez allí empezamos a caminar viendo como las olas batian a lo lejos y el agua fina, transparente y calmada llegaba cerca hacia nosotros.
Los reflejos en la arena gracias al agua eran como en espejos, la arena contrariamente a lo que pasa en nuestras playas era mas dura y compacta cuanto más cerca del agua y mas suelta y dificil para caminar cuanto mas lejos.
Caminabamos sobre el agua, entre grupos de algas y con algunas aves revoloteando cerca nuestro. Tuvimos que andar bastante (esta playa tiene varios kilometros de extensión) hacia el norte para poder llegar a ver las primeras focas, a lo lejos se intuian los miembros de un grupo de ellas pero antes de alcanzarlas tuvimos el encuentro con una pareja solitaria con las que nos tomamos una fotografias.
Ya con el sol brillando a plenitud volvimos sobre nuestros pasos hacia el camping pues el dia de hoy se antojaba largo y teniamos que hacer diferentes visitas y paradas antes de llegar al Mt.Cook National Park.
Como los Catlins tienen un encanto especial después de dejar el camping seguimos la famosa SSR hacia el sur, o sea en dirección contraria a como se suele hacer. Queriamos ver algo más y decidimos que las Purakaunui Falls eran un buen motivo. Estas pequeñas cascadas se encuentran a unos 30 kms de Owaka hacia Papatowai, la carretera discurre en primer lugar pegada al Catlins Lake para luego dejar la costa hacia el interior cruzando suaves colinas tapizadas de verde siempre habitadas por rebaños y rebaños de ovejas. Más adelante la carretera vuelve en dirección a la costa cruzando antes el Tahakopa River donde se situan las Mc Lennas Falls (mas pequeñas y menos conocidas) y llegando a Papatowai ya en la costa de nuevo, las playas son espectaculares sobre todo Oyster Bay y Tautuku bay.
En Purakaunui la visita a las cascadas se hace rapido pues estan a escasos 10 minutos del parking por un bosque tupido de helechos gigantes, ferns, y diferentes árboles propios del lugar. Al ser verano el rio bajaba con poca agua pero de todos modos pudimos fotografiarlas en toda su amplitud.
Por último seguimos bajando hacia Papatowai para visitar The Lost Gypsy Museum que es una especie de colección de artilugios mecanicos y electricos dispuestos por entre un jardin y en el interior de un antiguo bus. El tiempo, no obstante, se nos hechaba encima ya que debíamos llegar por la tarde a Mt.Cook y habiamos decidido visitar el centro de Dunedin y los Moeraki Boulders. Hicimos algunos kilometros pero al no encontrar el lugar decidimos dar marcha atrás y regresar hacia el norte para así poder cumplir nuestros objetivos del dia. Dias después del regreso a Barcelona supe que me habia quedado a muy pocos kilometros del lugar y que valia la pena haber perdido una horita visitándolo.
Teniamos aún unos 60 kms hasta llegar a Balclutha donde enlazaríamos con la SH1 que nos llevaria hasta Dunedin sin más paradas. Al llegar a Dundedin, una ciudad universitaria, siendo domingo el centro estaba muy concurrido y decidimos primero visitar la estación de tren y luego pasear por el “octagon” que es el centro neurálgico de la ciudad. Teníamos previsto comer allí pero como nos encontramos en medio de un enjambre de bandas de gaiteros y timbaleros escoceses por todos lados, decidimos comprar algo y comer en Moeraki algo más al norte. Esta claro que las ciudades del sur son las más “inglesas” del pais tanto por su arquitectura, como por su comida o por sus tradiciones musicales y culturales.
Nos encontramos con una competición de grupos musicales estilo “escocés”, cada uno de ellos con sus típicos vestidos y su propia coreografía, cientos de jovenes y mayores ataviados con los kilt escoceses (faldas a cuadros), sus americanas con broches y sus zapatos negros de cordones con calcetines altos hasta las rodillas. Paseamos entre ellos por unas pocas calles hasta que se nos hizo la hora de dejar la ciudad y continuar nuestro trayecto más al norte, la próxima parada sería en Moeraki.
Moeraki esta a medio camino entre Dunedin (“daníden” si preguntais a los nuevozelandeses) y Oamaru que normalmente es fin de etapa pues al atardecer se puede ir a ver la colonia de los pingüinos azules (los mas pequeños) que llegan a decenas desde el mar para ir hacia los nidos en tierra cruzando si hace falta calles enteras. nuestro fin de etapa era en Glenntaner a escasos kilometros del Mt.Cook y por tanto no nos quedamos para verlos ya que no queriamos llegar de noche a las montañas.
Los Moeraki Boulders son un fenómeno geológico muy singular ya que se trata de unas rocas de tamaño bastante considerable que tienen una forma esférica casi perfecta. Para los que vayais allí intentar verlas con la marea baja ya que podreis pasear entre ellas o incluso subirse encima de alguna. Hay bastantes de bien conservadas y otras que producto de la erosión estan abiertas mostrando sus partes interiores bastante cristalizadas.
Estas rocas se originaron hace 4 millones de años a partir de un pequeño nódulo que bien podria ser una concha de algun marisco, o quizas alguna piedra pequeña, el hecho es que alrededor de ese nódulo medular central se fue constituyendo una capa de arena o arenisca que con el paso de los años fue sedimentandose y consolidandose aumentando su volumen hasta formar una gran esfera que en su interior iba cristalizándose lentamente, estas rocas estaban enterradas en algun lugar a un nivel superior al actual que al erosionarse las dejo en libertad (al aire libre) y cayeron depositándose en el lugar actual, segun nos dijeron hay muchas más enterradas bajo la arena de la playa.
Aprovechamos la parada para comer y hacer un café antes de proseguir hacia Mt. Cook. Cruzamos Oamaru por su calle principal viendo algunos de sus edificios más emblemáticos y seguimos hasta Pekeuri que es donse coge la 83 hacia el noroeste en dirección Omarama y Twizel. Aunque los nombres de estas “ciudades” os sonaran mucho a los que vayais a ir por allí, deciros que son pueblos con sus servicios esenciales que sirven de centros de abastecimiento de las comunidades rurales que los rodean y de las granjas dispersas que hay por la zona.
Kilómetros y kilometros de prados con vacas y ovejas, de granjas y canales de distribución de aguas de riego hasta llegar a Twizel donde la carretera se bifurca pudiendo ir hacia el norte bordeando el lago Pukaki para llegar a Glentanner y luego a Mt. Cook, o bien hacia el este para ir en dirección a Lake Tekapo.
Cuando vimos el lago Pukaki por primera vez desde un mirador un poco elevado sobre la carretera nos quedamos pasmados ya que al fondo se veia el Mt.Cook con su cima nevada y con nubes a su alrededor. Debido a que el sol se pone por el oeste y nosotros veníamos desde el este los primeros colores rosaceos de la nubes ya se empezaban a apreciar. Después de un par de paradas fotográficas más lelgamos a nuestro destino que era el camping o Holiday Park de Glentanner. Se trata de un camping grande con todo tipo de servicios, un auténtico parque de vacaciones cerca del lago.
Por suerte habia poca gente instalada y pudimos montarnos una gran barbacoa para nosostros solos. Las instalaciones estan muy bien y muy completas tanto a nivel de cocinas, lavabos como el centro de información que tienen. Desde las oficinas se encargan de reservar todo tipo de actividades o excursiones por la zona como vuelos panorámicos, kayaking, tramping con guias, heli-hike, etc. Nosotros después de meditarlo un poco y de pensar que si no lo haciamos quiza nos arrepentiriamos durante mucho tiempo, decidimos contratar un vuelo panorámico de 45 minutos para el dia siguiente a las 9 de la mañana ya que la previsión del tiempo decia que seria un dia muy despejado.
Os aseguro que fue la mejor decisión que tomamos durante todo el viaje y que, sin negar que se trata de una actividad bastante cara, unos 225 euros por barba, cuando la acabamos no nos dolió en absoluto haberlos pagado.
Mientras se preparaba la barbacoa aproveche la ocasión para fotografiar el crepúsculo pues el sol se ponia por el oeste y en el cielo se mezclaba el blanco de las nubes con el rojizo y el azul, todo ello con el Mt.Cook de telón de fondo. En las fotos podreis ver la puesta de sol y el amanecer del dia siguiente tomadas desde el mismo lugar.
Aprovechamos la gran cena que preparamos para abrir uno de los vinos negros que habíamos comprado en Blenheim, una buena forma de cerrar un magnifico, intenso y largo dia, no és fácil ver salir el sol a las 6 i pico de la mañana en la costa del pacífico y verlo ponerse a las 9-10 de la noche en las montañas de los alpes del sur.
Antes de dormir y a plena oscuridad Pepe y yo nos tomamos unas cervezas viendo un cielo estrellado como nunca antes habíamos visto, con un silencio sepulcral y sin nada de contaminación lumínica la bóveda celeste se nos proponia inmensa, sin decirnos nada el uno al otro, solo mirando y alucinando con el espectaculo allí nos estuvimos un buen rato; sin duda, estas pequeñas situaciones o vivencias son las que han hecho que este viaje haya sido tan especial.
Lo primero que hice al levantarme fue mirar al cielo y ver como había amanecido el dia pues habíamos reservado el vuelo a primera hora y deseaba que tuvieramos suerte en este aspecto pues el coste de la excursión no era precisamente barato como ya os conté en la etapa anterior.
La suerte se alió con nosotros y el dia, aunque con algunas nubes en los valles cercanos al Mt.Cook, era bastante claro, no pude aguantar més y antes de pasar por el baño me fui directo al mismo lugar donde el dia anterior por la tarde habia tomado instantaneas del atardecer en la zona del Mt. Cook. Cuando vi la imagen ante mi me quede pasmado porque con mas claridad vi el pico completamente nevado y por primera vez. Fotos y más fotos hasta que llegaron los demás ya con las cosas del desayuno a punto.
Salimos poco antes de las 9.00 de la mañana y paramos en las oficinas del camping a la entrada del mismo donde ya nos esperaban para preparar el vuelo en helicóptero, nos dieron una pequeña charla mientras esperabamos en la zona de despegue a que llegara el aparato, pues como era el primer vuelo del dia estaban calentando motores en el hangar a pocos metros de distancia. Nos dijeron que aunque alguna nube se veia a lo lejos no había problema pues el dia era muy claro en la zona de los glaciares y tendríamos un buen vuelo sin viento.
Y vaya si lo tuvimos!!!!! No se puede pedir más pues la visibilidad desde el cielo era total y pudimos grabar en video y tomar fotografias aéreas sin parar. Nuestro piloto, un joven escocés, nos fue explicando con todo detalle todo aquello que alcanzabamos a ver, el nombre de los picos, de los glaciares, ….
Primero sobrevolamos la zona del valle pegada a Glentanner donde el rio se abre en mil y un brazos antes de llegar a verter sus aguas en el lago Pukaki, el contraste entre el verde de los prados del valle con el azul turquesa de fondo del lago era precioso. Poco a poco fuimos remontando el valle y empezamos a ver los primeros picos y los primeros valles a los que llegaban los glaciares. El glaciar mas largo y grande de los Alpes del Sur es el Tasman Glacier que pudimos ver en su totalidad comprobando como el blanco del hielo se va cubriendo de arena producto de la erosion llegando a cubrirlo completamente en su tramo final, tiene casi 40 kms de largo por uno de ancho y en los puntos más altos el hielo llega a tener 500 mts de profundidad, en su último tramo dibuja una curva a los pies del Mt. Tasman algo menor en altitud que el Cook.
Separado del Tasman Glacier por montañas que lo dejan encajonado hacia el sudoeste se encuentra el Hooker Glacier ya a los pies del Mt.Cook, más pequeño que el Tasman pero no menos bello con su lago lleno de pequeños témpanos .
Cuando llegamos a superar primero el pico del Mt.Cook y seguidamente el Tasman nos dirigimos un poco más al noroeste hasta cruzar The Divide desde donde divisamos el Murchinson Glacier , The Divide es donde se alcanza la vertiente oeste de los alpes y donde descienden los famosos glaciares Fox y Franz Josef. Después de The Divide y ya en la zona de las cumbres mas altas de la zona a nuestros pies teniamos los campos de hielo, las cabeceras o nevè de ambos glaciares, pudiendo apreciar las grietas en el hielo así como tener vistas del final de dichos glaciares donde habíamos estado paseando pocos dias antes.
Es en esa zona donde al piloto aterrizó para que pudieramos inmortalizar la ocasión, disfrutando del lugar para nosotros solos durante casi 10 minutos hasta que llegó la hora de volver. La vuelta no es menos espectacular ya que se hace desde la otra vertiente del Mt.Cook, pudimos ver todo el Hooker Valley que más tarde caminaríamos, tambien vimos el glaciar Mueller con su lago encajado entre picos verticales y más a lo lejos el glaciar Richardson.
Des de el aire vimos el pequeño Mt.Cook Village con el The Ermitage Hotel majestuoso y las pocas casas que le rodean. Antes de llegar a Glentanner pudimos de nuevo observar la inmensidad y amplitud del valle y el rio antes de llegar al lago Pukaki con su azul turquesa resplandeciente.
Cuando aterrizamos no dabamos credito a lo que habiamos sentido y después de despedirnos del piloto y de las chicas de la oficina cogimos la autocaravana y pusimos rumbo a Mt.Cook Village. Unos pocos kilometros separan el camping del pequeño centro turístico del parque nacional donde por encima de todo sobresale el hotel de lujo The Ermitage y desde el que salen todas las excursiones o trekkings.
Nosotros ya habíamos decidido que hariamos la caminata por el Hooker Valley hasta llegar al lago frente a la pared del glaciar, es el conocido como Hooker Track y tiene una duración de 4 horas entre ir y volver. Se parte del llamado White Horse Hill y poco después se alcanza el monumento llamado The Alpine Memorial donde hay un mirador sobre el rio Hooker y desde donde se ve claramente el lago frente al glaciar Mueller. El camino sigue serpenteante hasta llegar al primero de los puentes colgantes sobre el rio y tras un tramo siguiendo el rio se llega al segundo de los puentes, desde ahi el camino va subiendo siempre con el rio a la derecha hasta alcanzar el lago, una vez allí se peude caminar algo mas por la zona bordeándolo para acercarse algo más a la pared del glaciar. Allí tocando el agua helada del lago, cerca de pequeños témpanos de hielo, descansamos un rato siempre con el Mt.Cook omnipresente. Después de las fotografias de rigor decidimos volver al village.
Una vez habíamos regresado entramos a fisgonear dentro del hotel para, sobretodo, poder ver la exposición-museo que tienen sobre alpinismo y concretamente sobre la figura del neozelandés más famoso que fue Sir Edmund Hillary quien fue el primer excursionista que hizó la cima del Mt. Cook, meta que logró unos pocos años antes de ser el primero también en alcanzar la cima del Everest. Interesante exposición que ayudó a hacer tiempo para comer, cosa que llevamos a cabo a pocos metros en un restaurante cercano al hotel, en un local muy bien decorado al estilo de montaña y con unas vidrieras muy altas que nos permitieron comer con las vistas del valle y del Mt.Cook como telon de fondo.
Pero nuestro dia no se acababa allí y teníamos que llegar al Lake Tekapo donde teniamos noche reservada, la última en la autocaravana antes de dejarla enm Christchurch. Así que después de pasear un rato después de la comida nos fuimos directamente a nuestro destino. En realidad el Lago Tekapo esta separado del lago Pukaki por pocos kilometros en linea recta pero por carretera hay que rodar primero este último para alcanzarlo y eso se convierte en casi dos horas debido a las paradas de rigor.
Tomamos las últimas fotos del Pukaki con un dia soleado radiante y ya no paramos hasta Tekapo. Los dos lagos son muy parecidos, tanto en forma como en color pues los dos son producto del deshielo glaciar y reciben una gran cantidad de aporte sedimentario que da ese color singular a sus aguas.
En Tekapo no hay mucha actividad por realizar y una que parece que vale la pena cuando llegamos ya no era posible realizarla, se trata de subir al Mt.John a pocos kilometros de distancia y en el que hay un observatorio astronómico. Desde el observatorio hay una visión panorámica de 360º amen de poder realizar observaciones de estrellas y galaxias. Sin reserva y sin llegar a tiempo de la última salida nos fue imposible poderlo ver, así que después de comprar algunas cosas en el centro del pueblo (Tekapo es muy, muy pequeño) nos fuimos a ver y fotografiar una ermita de piedra a los pies del lago que se llama Iglesia del Buen Pastor con la estatua de un perro pastor en homenaje a los fieles amigos de los pastores de ovejas.
Después de todo ello nos fuimos al camping donde queriamos dejar todo preparado para el dia siguiente ya que nos iriamos directamente a Christchurch donde dejariamos la autocaravana antes de las 14.00 de la tarde. Por último preparamos la cena donde tuvimos tiempo de conocer a Ari, un joven alemán que estaba pasando un año por Nueva Zelanda y con el que compartimos historias sobre el viaje y sobre lugares que habíamos visitado, el nos explicó como se movia y que había ya trabajado en diferentes lugares antes de llegar a Tekapo gracias a la Working Visa que habia conseguido para ese año. Le ofrecimos toda una serie de artículos y productos de comida que ya no necesitaríamos y nos intercambiamos direcciones para seguir en contacto en el futuro.
Hoy nos levantamos tranquilos, sin prisas, tenemos que llegar a Christchurch a mediodia para poder ir al aeropuerto a dejar la autocaravana y luego poder visitar algo la ciudad.
Dejamos Tekapo con un dia mucho mas tapado que ayer pero no llueve y no da la impresión que vaya a hacerlo, cogemos la carretera en dirección este y nos ponemos en marcha después de hacer las últimas fotos al lago.
La única parada fue ya en las cercanias de Christchurch en una fabrica de galletas y chocolate donde aprovechamos para hacer unas compras y seguir nuestra ruta.
Llegamos a Christchurch sobre las 13.00 del mediodia y nos fuimos al centro a buscar nuestro hotel, después de algunas vueltecitas lo encontramos y una vez hecho el registro aprovechamos el parking del hotel para hacer la ultima limpieza de la motorhome antes de devolverla. Seguidamente Pepe y yo nos fuimos a devolverla. Los tramites de la devolución fueron más lentos de lo esperado porque en Hokitika habíamos tenido un pequeño percance desaparcando y habia que pasar el correspondiente parte de incidencia y eso nos tuvo mas tiempo de la cuenta allí.
Volvimos en taxi y ya eran las 16.00 y no habíamos comido nada, así que buscamos por los alrededores del hotel un restaurante para hacerlo. Entramos en un italiano y nos comimos una pizzas que ya tocaba. Había empezado a llover y nos fue bien entrar a comer y dejar pasar un poco el tiempo a cubierto. Después de la comida nos fuimos andando hacia el centro que solo estaba a escasos 10 minutos a pie.
Como ya habreis leido en algun foro o en algun otro blog o diario, el centro de la ciudad de Christchurch esta vallado porque estan en pleno proceso de reconstrucción después del desastre del terremoto que tuvo lugar el 22/2/2011. Es posible acercarse a pasear pero no se puede pasar y si a eso le sumamos que a partir de las 18.00 esta todo cerrado el ambiente era realmente fantasmal, pues eramos cuatro turistas escasos y nadi mas. Los pocos comercios de la zona estaban cerrados, al igual que bares o restaurantes que brillaban por su ausencia.
Diferentes efectos del terremoto:
Tomamos fotografias, nos fijabamos en detalles de como quedo todo despues del seísmo y era dificil pensar en lo que pasaron esa gente durante aquellos 2-3 minutos tan fatales. Locales cerrados con las cosas tal como las dejaron al salir corriendo, todos los edificios marcados por bomberos, arquitectos e ingenieros describiendo la situación de cada uno de ellos en una especie de lenguaje técnico en clave.
Seguimos nuestra ruta cruzando los jardines botánicos que son realmente bellos hasta que llegamos a una zona del parque Hagley donde estaban ultimando los preparativos para la conmemoración del primer aniversario de la tragedia, hoy era 21/2/12 y mañana se cumpliria un año justo de la catastrofe. En el escenario en el que al dia siguiente acudirian mandatarios políticos y religiosos venidos de toda Nueva Zelanda e incluso de diversos paises extrangeros, también vimos la zona preparada para recibir a los familiares de las 199 nuevas victimas mortales.
Un grupo coral estaba ensayando las canciones que cantarian el dia siguiente ante unas pocas decenas de visitantes que nos quedamos a escucharlos, el sol empezaba a ponerse y las nubes sobre la ciudad cogieron un color rojizo que pocas veces había podido ver.
Christchurch es una ciudad de algo más de trescientos mil habitantes, una ciudad muy de estilo inglés tanto a nivel arquitectónico, como a nivel cultural y social, el parque Hagley esta situado en el centro de la ciudad y es muy grande pues en el se hallan los jardines botanicos y un campo de golf. Es una ciudad muy tranquila con poca actividad nocturna a pesar de recibir un gran numero de visitantes ya que su aeropuerto es internacional y es puerta de entrada y salida de vuelos que en muchos casos no tienen que pasar por Auckland. Decidimos volver al hotel a tomar una ducha y posteriormente salir a tomar algo pues habíamos comido muy tarde y no teniamos hambre para sentarnos de nuevo a comer.
Mañana podriamos despertarnos tranquilamente desayunar y pedir un taxi para ir al aeropuerto, nuestro avión salía a las 12.00 del mediodia con destino Singapore donde pasariamos una horas, las suficientes para poder visitar algun lugar del centro antes de volver a embarcarnos con destino Barcelona.
El vuelo hasta Singapore fue comodo y se prolongó por unas diez horas y media que nos dejaron algo cansados pero con ganas de salir del aeropuerto y darnos un buen paseo ya que llegamos sobre las cinco de la tarde y nuestro vuelo no salia hasta casi las 12.00 de la noche. Al final Pepe y Fina decidieron quedarse en el aeropuerto y buscar alguna actividad por allí, hacer las últimas compras, conectarse por internet y buscar un lugar para cenar tranquilamente.
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