Andreu Ródenas
Visitamos Praga en el invierno de 2009 en un vaije de 4 dias. Un vuelo barato fuera de temporada alta, un hotel de cuatro estrellas muy adecuado y bien situado en la famosa avenida Wenceslao, y con muchas ganas de caminar y aprender historia. Praga es una ciudad para no venir con prisas y pode disfrutar de todos sus rincones.
Praga en febrero puede parecer no ser el mejor destino para pasar 4 o 5 dias, el frio está asegurado y en el mejor de los casos no hay presencia del blanco elemento. Cuando nosotros llegamos el tiempo era realmente frio, aunque no gélido, pues las temperaturas oscilavan entre los 0 y los -4º y no nevó hasta el último dia.
El taxista que havíamos contratado desde Barcelona ya nos estaba esperando en el aeropuerto y tal como salimos de la terminal empezamos a conversar (en inglés), cinco minutos más tarde ya nos havia puesto al día de la ciudad y de la climatología. Se nota que el clima es el tema preferido para iniciar una conversación entre desconocidos en cualquier lugar del mundo.
Lo primero que hay que hacer al llegar a la ciudad es familiarizarse lo más pronto posible con la nomenclatura de las calles, barrio, plazas, etc. y si además puedes saber alguna palabra básica en el idioma oficial mucho mejor. Para comenzar a caminar hace falta haber establecido una ruta previa y así conseguir que ésta tenga un orden lógico, también haver leido previamente una guia o alguna revista especializada (como Altair) siempre ayudará mucho. Así que una vez nos registramos en el hotel que estaba situado en la avenida Wenceslaso (muy céntrico) y cerca del Museo Nacional decidimos que era hora de ponerse en marcha.
Praga es una ciudad para recorrerla andando y con calma, tiene la medida esencial para no acabar hecho polvo a bas de hacer quilómetros, el transporte público no es necesario a menos que solo esteis un par de días cortos. n extensión no se trata de una ciudad pequeña pero la atención del viajero se centrará en la parte central que es donde estan todos los puntos de interés. Los lugares indispensables para visitar y conocer no estan muy dispersos y se reparten entre la parte vieja de la ciudad (Old Town), la parte neva (New Town), el barrio o guetto judio (Josefov) y el barrio de Mala Strana (donde está el castillo de Praga).
La parte vieja de la ciudad es la más visitada y acostumbra a ser donde más turistas encontraremos, pues está el famoso relojastronómico, el ayuntamiento viejo, y todas las callenjuelas llenas de tiendas de sovenirs, pubs y restaurantes que te llevan hacia el Puente de Carlos IV.
La parte nueva (donde teníamos el hotel) es la parte moderna de la ciudad, en ella encontraremos las grandes boutiques, las grandes cadenas de comida rápida, los restaurantes de cocina occidental, y como edificos más singulares hay el nuevo Ayuntamiento, el Museo Nacional y un edificio muy singular llamado «edificio danzante» debido a su estrufctura curva desde la base.
La atracción turistica más destacada de Praga es el punte de Carlos IV que una vez cruzado (debe tener unos 500 mts.) te deja en la entrada del barrio de Mala Strana donde en lo más alto está el famoso Castill de Praga con la catedral de St.Vitus, también en este barrio está la iglesia de San Nicolás (la más grande de las tres que hay en esta ciudad dedicada a este santo), dentro del castillo también como gran atractivo turístico hay el Callejón de Oro.
A parte de los aspectos históricos, culturales y arquitectónicos Praga es una ciudad con mucha vitalidad y buen ambiente tanto de dia como de noche. No puedes volver de Praga sin haber visto un espectaculo de marionetas, de teatro negro, o sin haber asistido a un concierto de música clásica, una ópera o haber degustado una buena cerveza en uno de los antiguos pubs de la ciudad vieja y de haber comido un buen gulash.
Mi recomendación para visitar Praga sería hacerlo en 4 días enteros de manera que el primer día serviría para familiarizarse con la ciudad, tomarle el pulso, paseando por la parte vieja por la mañana donde podreis ver como marca las horas el viejo reloj astronómico, ver el castillo desde el puente de Carlos IV y dar un paseo por el paseo del rio. Después de disfrutar de una buena comida, por la tarde, podríais escoger que espectaculo querreis ver por la noche (antes o después de cenar), que yo para el primer día os recomendaría uno de los de perqueño formato, como por ejemplo un cuarteto de cuerda en alguna de las iglesias o en el mismo Museo Nacional (encontrareis información en cualquier lugar). Si tomais la cena después del concierto os recomendaria que entraseis en uno de los pubs de la zona baja de Mala Strana y de paso cruzar el puente de noche ya que tiene unas vistas imperdibles.
El día siguiente lo podriais dedicar a conocer la historia medieval de la ciudad y del guetto judio (ahora llamado barrio judio «JOSEFOV»). La historia de los judios queda bien patente haciendo un largo y detallado recorrido, que para los más autodidactas se puede hacer con un sistema de audioguias que te van poniendo al corriente de todos los principales lugares que se iran visitando. Visitareis el cementerio judio, la sinagoga antigua-nueva, el museo judio, … Depsués de una buena comida por la zona de la plaza de la República (Republiky Namesti) podeis pasear por sus callejuelas y entrar a visitar la iglesia barroca dedicada a San Nicolás (una de las tres que hay en la ciudad dedicada a este santo), también podeis subir a la Torre de la Pólvora que tiene unas vistas muy buenas de la ciudad.
Se supone que durante los casi dos días en la ciudad ya habreis podido escoger alguna de las obras o conciertos que se hacen al Teatro Nacional (teneis que haceros con la programación tan solo llegar y así poder decidir con tiempo e ir a comprar las entradas) o al Rudolfinum donde toca la orquesta filarmónica de Praga. El Teatro Nacional y el Rudolfinum están muy cerca del puente de Carlos IV, por tanto podreis aprovechar para verlo de noche ya sea antes o después del espectaculo (danza, ópera, música clásica, …), donde de noche tiene una magia especial con las iluminaciones y los reflejos en el rio. En función del horario escogido podreis cenar, antes o después, en cualquiera de los muchos pequeños restaurantes o pubs de la ciudad vieja, algunos de ellos con un encanto muy especial que os evocaran ambientes de épocas de gloria de la ciudad en los siglos dieciocho o diecinueve.
El tercer día puede dedicarse integramente al otro lado del rio Moldova. Hace falta cruzatr el puente de Carlos IV para saborear el ambiente del barrio de Mala Strana a los pies del castillo de Praga. Aunque el barrio de Mala Strana no es muy grande, sus callejuelas con subidas y bajadas y algunos de muy estrechos, llenos de pequeñas tiendas, pùbs, restaurantes con terrazas, hay que verlo poco a poco y sobretodo dedicar medio día a la visita del castillo con la catedral de San Vitus, el callejón de oro en el que una de sus pequeñas viviendas vivió durante un tiempo el mismo Kafka.
Yo os recomendaría subir directamente al castillo a primera hora para estar más descansados, después bajando hacer la visita al resto de Mala Strana y los hjardines reales. En Mala Strana igual que en la parte vieja de la ciudad hay muchos lugares para comer, sentarse y descansar disfrutando de una buena pinta de cerveza o un buen café. Después de comer una visita a la iglesia de San Nicolás y seguidamente buscar un buen espectaculo de marionetas o del típico teatro negro (muy recomendable), éste último se trata de un espectaculo muy visula, ya que consiste en danza y baile en un escenario a oscuras que con luces reflectantes sobre el vestuario de los actores nos muestran sus movimientos desde una perspectiva bien diferente a la que estamos acostumbrados y lenan el escenario de formas increíbles. Para los más románticos o a los que no les guste andar tanto podeis cenar dentro de uno de los barcos que navegan por elmrio Moldova.
Siempre hace falta reservarse un dia para todo aquello que nos hayamos dejado los días anteriores o simlemente para repetir aquello que nos haya gustado y visualizarlo más pausadamente, para hacer las compras deseadas y continuar buscando rincones más poco conocidos, o simplemente disfrutar de las vistas que podreis encontrar en muchos puntos de la ciudad sobretodo en los alrededores del rio.
Si habeis sabido condensarlo todo en tres dias y no estais bastante cansados siempre podreis contratar una de las excursiones de un dia fuera de la ciudad. Hay varias para escoger pero algunas merecen más crédito que otras, como por ejemplo la ciudad de Cesky Krumlov (nombrada patrimonio mundial por la Unesco) con 300 edificios históricos catalogados, o bien ir a TEREZIN que fue un lugar donde la Gestapo puso un campo de internamiento, si os gusta la historia de la 2ª Guerra Mundial es un lugar donde podreis sentir sensaciones únicas visitando el crematorio, la morgue central y las exposiciones sobre el sufrimiento de los prisioneros durante aquella guerra.
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