Andreu Ródenas
África es el continente que podría decir que es mi asignatura pendiente, tan sólo he podido hacer un pequeño viaje por Egipto y sin duda las posibilidades de aventura que hay en este continente son descomunales. No se dar motivos para no haberlo conocido más y me queda pues un largo camino por recorrer en este sentido. Si alguien pretende ser un viajero no puede conformarse con tan sólo poder decir que ha pisado el continente africano.
En noviembre de 2006 Nuria y yo hicimos uno de los típicos viajes a Egipto que se dividió en un crucero por el Nilo de 4 días y 3 noches en El Cairo para conocer la ciudad y sus lugares más emblemáticos.
El vuelo fue muy apacible y en poco más de 4 horas ya estábamos en Luxor donde nos recogieron y llevaron hasta el barco en el que haríamos el crucero.
El crucero consistía en bajar por el río Nilo en sentido sur en dirección a Asuán y las paradas previstas eran en Edfú, Kom Ombo y Asuán, en todos estos lugares así como en el mismo Luxor teníamos visitas programadas y algunas pequeñas excursiones las decidimos sobre la marcha.
Visitamos los templos de Luxor, Karnak, Edfu, Kom Ombo, el Valle de los Reyes y el Valle de las Reinas, las pirámides de Keops, Kefren y Micerinos, la Esfinge y el templo de Abu Simbel en el lago Nasser. También conocimos las ruinas de Philae, el Monolito Inacabado, la presa de Asuán y diferentes lugares de El Cairo como la Gran Mezquita, el mercado de Al Khalili, el barrio copto, el museo egipcio, la plaza Tahrir, etc. .
De Egipto (que me sorprendió muy gratamente) destacaría algunas cosas para mí muy interesantes: las puestas de sol en el barco navegando son indescriptibles, las diferencias cromáticas entre el verde de los campos de cultivo, el azul del agua del río y los colores ocres y amarillentos de la arena del desierto te dejan boquiabierto. En un pequeño viaje como este te ves transportado al pasado gracias a sus ruinas y sus templos, pero también acabas observando cómo la tecnología y la ingeniería pueden contribuir a desarrollar una zona del mundo que todavía se lejos de la nuestra en todos los aspectos .
Egipto es uno de los centros histórico-culturales más importantes del mundo, no en vano aquí nació una de las civilizaciones más desarrolladas de la antigüedad y es donde apareció por primera vez la escritura, medio esencial de comunicación para el ser humano. Aspectos como la arquitectura (templos, pirámides, ciudades, …) o la ingeniería (canales, pozos, aprovechamiento del río, …) tuvieron uno de sus puntos de partida aquí.
Un pequeño paseo por sus templos y monumentos funerarios te hacen sentir la opulencia con la que los faraones y la corte disfrutaban, te hacen sentir el dolor de los esclavos trabajando de sol a sol en el desierto con unas temperaturas que no se aguantan ni haciendo turismo.
El Cairo se nos presentó como una ciudad verdaderamente caótica, coches y motos todo haciendo caso omiso a las más elementales normas de circulación, una ciudad grande y sucia que da la sensación de estar en obras continuamente, muy dedicada al turista que gracias a la climatología podemos decir que esta presente durante todo el año sin excepción.
Egipto es un país que cuando vuelves a casa sigues saboreando durante bastante tiempo, y del que siempre dices que volverías.
Tengo que reconocer que no soy usuario habitual del viajes «organizados» pero en esta ocasión y con tan sólo 7 días de vacaciones decidí que era la mejor opción y sobre todo la más económica. El grupo con el que hicimos el viaje fue muy divertido y nos asociamos rápidamente tanto entre nosotros como con el guía que nos tocó, el primer día ya éramos el grupo de los «Habibi» (amigos en egipcio), esto facilitó que el viaje se convirtiera en muy divertido y que guardamos un muy buen recuerdo. De aquel viaje poco queda ya hoy en día pero siempre los llevaremos en el corazón y estarán presentes en nuestro recuerdo. Montse de Madrid y su madre, Elena y se hermana y Quique de Madrid, Manolo y Elena de Valencia que ya se han casado, la Maika y Laura de Bilbao, Fran y Sonia de Zaragoza, en Matias y la Sofía de Valladolid, todos ellos amigos para siempre, deseo que allí donde sean todo les vaya bien.